Encamisado de pilares: Conoce todo acerca de este tipo de refuerzo estructural

Columna agrietada que precisa de un correcto encamisado de pilares

Cuando el pilar no tiene la capacidad de aguantar el peso debe ser reforzado por un método que se llama encamisado de columnas. En este artículo vamos a dar a conocer este método de refuerzo de estructuras.

Qué es el encamisado de columnas

El encamisado de columnas o pilares es un modo de reforzar una columna que ha sufrido alguna alteración que ha empeorado su capacidad de resistencia. Para su refuerzo, la columna es envuelta de forma que, cuando acaba el proceso, la columna aumenta de grosor y mejora en sus propiedades de resistencia y rigidez.

Proceso de encamisado de pilares

Para el proceso de encamisado de pilares, primero hay que hacer una preparación que nos permita llegar al pilar en cuestión.

Para ello, se comienza picando y limpiando el revestimiento de la columna. Este proceso se hace también con el suelo superficial. Aunque en el caso del suelo no nos quedamos ahí, ya que rompemos el contrapiso, y excavamos el suelo hasta llegar al nivel de fundación de los pilares.

Desde la base empezaremos el proceso de refuerzo del pilar.

Para ello, envolvemos la columna con acero longitudinal y estribos. Sino, también se puede usar acero transversal. Los ganchos de los estribos deben ir alternados entre las cuatro esquinas, y deben estar dobladas a 135 grados. En caso de que la columna vieja no esté muy debilitada, se pueden añadir elementos de corte con acero, que hacen perforaciones en la columna. Estos elementos ayudan a traspasar carga del viejo al nuevo hormigón.

Ahora el acero de refuerzo se encofra, se rodea para la posterior adición de hormigón. Se puede usar acero, aunque se suele usar madera ya que se puede adaptar mejor a las hormigón viejo. Se usan puntales para apuntalar y sujetar el cajón de encofrado. Una vez este bien sujeto se añade el nuevo hormigón.

Tras uno o dos días, se quitan los puntales, y el encofrado se desliza hacia arriba. Se vuelven a colocar los puntales de sujeción, y se vuelve a verter el hormigón para este tramo. Este proceso se puede repetir tantas veces como sean necesarias en función del tamaño de la columna.

Ahora llegaremos al proceso final. Si el tramo que queda es pequeño, se hará una perforación por las losas superiores de la columna, en el piso superior, formando agujeros sin dañar las vigas. Esto se hace para tener una abertura para el hormigón que irá a añadir.

Igual que antes, se añade el acero para reforzar la columna, de la misma forma que como comentamos anteriormente. El acero se rellena desde la parte de arriba, por los agujeros que se hicieron previamente.

Una vez el acero el hormigón está añadido y seco, se procede a quitar los elementos de sujeción, encofrado y demás. El suelo se vuelve a rellenar y revestir, igual que la columna y el suelo del piso superior.

Usos del encamisado de pilares

El encamisado de pilares puede ser necesario en una serie de casos que están relacionados con la prolongación de la vida útil de una estructura:

  • Mejorar su resistencia por una mala ejecución o por soportar una carga mayor de la esperada.
  • Recuperar su resistencia por acciones accidentales, como impactos, explosiones o terremotos.
  • Hacer una estructura compatible a la normativa actual.

Ventajas del encamisado de columnas

  • Compatibilidad entre el material original y el de refuerzo.
  • Conexión de las armaduras nuevas con las originales.
  • Baja conductividad térmica, que redunda en una mejor resistencia al fuego.
  • Amplia superficie de contacto, que permite una mejor distribución de carga entre el material original y el de refuerzo.
  • Posibilidad de un mejor diseño, más personalizado, de las cuales se obtienen un elemento monolítico que aumenta su resistencia.
  • Menor coste económico que otras alternativas y mayor rapidez de ejecución.